Esta crónica era necesario
escribirla pasado algo de tiempo para valorar las cosas en frío. Lo cierto es
que fue una carrera un tanto rara, entrenamos el rali lloviendo y corrimos el
rali en seco. Teníamos ruedas para mojado nuevas y nos las dejamos en casa y al
final corrimos bastante con la sensación de haber corrido poco.
El caso es que el rali empezaba
con uno de esos tramos espectáculo que sólo se entienden en el plano económico
ya que en el deportivo no tienen mayor relevancia con apenas un kilómetro
cronometrado y sólo pueden provocar que te pierdas el resto del rali por un
despiste contra un bordillo.
Pasado el trámite del viernes, la
mañana del sábado amanecía cerrada de niebla por lo que decidimos montar unas
ruedas blandas en la parte delantera que nos pusieron el primer tramo un poco
más sencillo, haciendo un tramo tranquilos y con un resultado bastante bueno.
Sin embargo en el segundo tramo
un pequeño despiste en un cruce nos hacía dar un toque contra un muro, aunque
no perdíamos demasiado tiempo ni dañábamos apenas el coche, nos dejaba con la
desconfianza de si se habría dañado algo y nuestro tiempo por supuesto se
resentía.
Las segundas pasadas nos iban
mejor y conseguíamos hacer unos tiempos algo mejores escalando algunos puestos
en la general.
Para la tarde y en previsión de
que uno de los tramos era prácticamente todo en subida invertimos los
neumáticos traseros, de mayor diámetro, por los delanteros para reducir un poco
el desarrollo y contrarrestar en la medida de lo posible la falta de potencia.
El primer tramo de la tarde se
neutralizaba por la salida de pista de otro participante y en el segundo, aun
con el cambio perdíamos mucho tiempo con respecto a coches más potentes.
En el segundo y último bucle
nuestra intención era tratar de seguir escalando algún puesto más pero en el
tramo de San Pedro de Rocas en la parte final que era todo en bajada el coche
empezó a hacer un ruido bastante fuerte, primero al reducir y después seguido.
Como parecía que la cosa era grave, terminamos el tramo en punto muerto
aprovechando la inercia para pasar la línea de meta pero sabiendo que allí
terminaba nuestro rali.
Las sensaciones durante la prueba
fueron buenas y rali aparte de bonito estaba planteado de una forma distinta al
resto con todo muy concentrado en la población de Luintra. De hecho es la
primera vez que terminamos un tramo, llevamos el coche al parque y volvemos
andando al tramo para ver el resto de los coches.
No fue la mejor forma de terminar
la temporada pero no nos podemos quejar ya que en conjunto ha sido un año muy
bueno, sin golpes y con tan solo una avería en todo el año.
El año que viene ojalá que más y
mejor, nos vemos en las carreras.
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